viernes, 11 de marzo de 2011

Cerca de 100.000 pacientes con artritis reumatoide tienen tratamiento biológico.

Cerca de 100.000 pacientes con artritis reumatoide tienen tratamiento biológico. 
Estos fármacos son un paso de gigante en el tratamiento de esta dolencia.



- Aunque el objetivo terapéutico de la artritis reumatoide es la remisión, son muy pocos pacientes los que la consiguen. Los estudios indican que un tratamiento temprano con fármacos biológicos mejoraría estos datos

- La introducción de los fármacos biológicos en el arsenal terapéutico para la artritis reumatoide ha supuesto un gran paso en el tratamiento de la enfermedad, ya que se ha conseguido mejorar sustancialmente la calidad de vida del paciente

- Al tratarse en un gran número de casos de terapias endovenosas, se aplican en hospitales de Día


Cartagena, diciembre de 2009.- Tras la entrada hace aproximadamente una década del primer fármaco biológico en el arsenal terapéutico para la artritis reumatoide, actualmente alrededor del 40% de los pacientes con esta enfermedad reumática en nuestro país es tratado con estas novedosas terapias.

Según los datos del Estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER), en nuestro país hay alrededor de 250.000 con artritis reumatoide, lo que indica que cerca de 100.000 pacientes han accedido ya a los fármacos biológicos.

Según explica el Dr. Carlos Marras, del Servicio de Reumatología del Hospital Virgen de la Arrixaca, en Murcia, “habitualmente son pacientes con estadios más graves de la enfermedad o que tienen factores de peor pronóstico que otros”.

Este tipo de fármacos ha supuesto un gran paso en los tratamientos para la artritis reumatoide –dado que se ha incrementado la calidad de vida de los pacientes-, pero también un cambio en la mentalidad de los reumatólogos. Tal y como indica el Dr. José Román Ivorra, del Servicio de Reumatología del Hospital Peset, de Valencia, y expresidente de la Sociedad Valenciana de Reumatología, “teniendo en cuenta que en gran parte son terapias endovenosas, hemos tenido que cambiar la gestión de la atención a los pacientes con la creación de hospitales de día para aplicar estas terapias”.

Tanto el Dr. Marras como el Dr. Román Ivorra han participado este fin de semana en la II Reunión conjunta de las Sociedades Murciana y Valenciana de Reumatología, que ha tenido lugar en Cartagena.

Muchos casos de mejoría, pero menos de remisión

El principal objetivo del tratamiento de la artritis reumatoide es la remisión de la enfermedad “aunque esto no es posible en la mayoría de los pacientes y son muy pocos los casos en los que se consigue realizar de forma satisfactoria una remisión libre de fármacos”, apunta el Dr. Marras.

Lo que sí se ha conseguido es una mejora significativa de la patología, cosa que se da en un 60% de los pacientes. Para el Dr. Román Ivorra “estos datos son muy buenos, pero claramente mejorables. Debemos tratar a cada paciente con un control muy estricto para intentar llegar a remisión, sobre todo al principio de la enfermedad, puesto que existen estudios que indican que con tratamiento temprano, los datos de remisión mejoran”.

De todas formas, y debido al alto coste de los tratamientos biológicos, todavía existe la controversia de si son coste-eficaces como medicación inicial. “A esto hay que sumarle la falta de marcadores bioquímicos de respuesta y la eficacia de otros fármacos como el Metotrexato –terapia estándar en artritis reumatoide- como terapia precoz”, añade el Dr. Marras.

El uso de tratamientos biológicos está asimismo provocando que el reumatólogo tenga que hacer hincapié en varios parámetros que van más allá de la mejora de los síntomas y de la calidad de vida del paciente, como son la eficacia, el control de los efectos adversos o cuándo cambiar de biológico.

“Se ha comprobado que a lo largo del tratamiento en la mayoría de los casos es necesario cambiar de fármaco, aunque cuándo realizar este cambio y qué biológico es mejor para cada paciente es algo que todavía no hemos podido resolver”, aclara el Dr. Marras.

El nivel de eficacia de los distintos fármacos biológicos con los que se cuenta actualmente en el arsenal terapéutico para la artritis reumatoide es equiparable en general. “Una de las investigaciones actuales se centra en conocer el momento óptimo en que deben ser utilizados, cuándo hay que cambiar de tratamiento o si pueden ser administrados de forma combinada o de forma secuencial”, apunta el Dr. Román Ivorra.

El futuro: la medicina individualizada

Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, durante los últimos años se ha evolucionado enormemente en el conocimiento de la artritis reumatoide, de la cual todavía se desconoce su origen.

“La Reumatología –y en especial la artritis reumatoide- es ahora mismo uno de los escenarios predilectos para la investigación traslacional, porque cada día se conocen nuevos datos sobre la patógena de la enfermedad, lo que permite introducir en el tratamiento nuevas moléculas que actúan de forma selectiva ante el fenómeno inflamatorio”, según explica el Dr. Román Ivorra. “Además, cada vez conocemos mejor las bases genéticas asociadas a la aparición de la artritis reumatoide, así como los mecanismos de inflamación y los que hacen que determinados factores externos desencadenen esta dolencia. Si hemos llegado a este punto de conocimiento, es que ya tenemos una gran solidez”.

Teniendo en cuenta que los fármacos biológicos son sustancialmente distintos al resto del arsenal terapéutico que existía para la artritis reumatoide, los reumatólogos han tenido que hacer un esfuerzo extra para formarse en este sentido. Esto ha hecho que se hayan podido detectar y tratar de forma eficaz los posibles efectos adversos de estos medicamentos. Tal y como indica el Dr. Román Ivorra, “Los registros de efectos adversos que se han hecho en nuestro país han servido de gran ayuda, porque el reumatólogo puede adelantarse a ellos antes de que aparezcan y dar una solución al paciente”. Un ejemplo de ellos es la base de datos Biobadaser, el Registro español de acontecimientos adversos de terapias biológicas en Enfermedades Reumáticas de la Sociedad Española de Reumatología. 

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