jueves, 3 de marzo de 2011

"Las terapias biológicas mejoran mucho el pronóstico de la artritis"

Carlos Bruscas realizó una revisión sobre esta enfermedad ayer en Ibercaja
Carlos Bruscas y Aránzazu Urcelay, ayer.
HUESCA.- El doctor Carlos Bruscas, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital MAZ en Zaragoza, incidió ayer en que "existe un antes y un después" en la calidad de vida de los pacientes de artritis reumatoide a raíz de la aparición de las terapias biológicas, que se empezaron a comercializar en el año 2000. En una charla impartida en el Espacio Ibercaja Castillo Montearagón, Bruscas explicó en qué consiste la enfermedad, sus tipos, el diagnóstico y los tratamientos posibles. Según el estudio más reciente, la artritis afecta al 0,5 por ciento de la población española, y especialmente a las mujeres. Suele debutar entre los 30 y los 40 años, aunque también puede afectar a otras edades.
Se trata de una enfermedad "crónica y deformante", aunque este último aspecto se ha reducido mucho gracias a los nuevos tratamientos, apunta el doctor. "Las terapias biológicas gozan de mayor fundamento científico y por tanto arrojan mejores resultados. Las manifestaciones más leves se tratan con los medicamentos convencionales y, para las más agresivas, si no mejoran a los tres meses se recurre a las terapias biológicas".
Bruscas señaló que el progreso de esta enfermedad es "imprevisible" y que sus causas no están claras, si bien influye la herencia genética. "Sobre una base genética predispuesta, se cree que actúa un agente externo infeccioso y eso desencadena un desequilibrio entre las sustancias proinflamatorias y las antiinflamatorias que hay en el cuerpo", explicó.
La artritis puede afectar a todas las articulaciones, pero Carlos Bruscán matizó que se centra en manos y pies. "Ocasiona dolor en reposo, especialmente por la noche y con rigidez e inflamación por la mañana, a diferencia de la artrosis, que duele cuando se utiliza la articulación", comparó.
Los pacientes que la padecen están expuestos a una discapacidad funcional progresiva, que implica un aumento considerable de la morbilidad y el gasto sanitario. Sin embargo, gracias a los nuevos tratamientos, el pronóstico y su calidad de vida mejora mucho, tanto en la rutina diaria como en su actividad laboral, insistió ayer Bruscas.
En este sentido, y como confirmó Aránzazu Urcelay, presidenta de la asociación que organizó la jornada (Aro, Artritis Reumatoide Oscense), Huesca está afortunadamente a la cabeza en nuevos tratamientos para combatir la artritis. Urcelay señaló que, gracias a la fuerza del colectivo, que nació el pasado junio y ya cuenta con 70 socios, han conseguido que lleguen a Huesca los últimos avances en medicina.

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