jueves, 3 de marzo de 2011

Una proteína podría ser clave en la artritis reumatoide

Un estudio sugiere que el hallazgo podría llevar a nuevas terapias para la enfermedad
(HealthDay News/HispaniCare) -- En la búsqueda de las causas y tratamientos potenciales de la artritis reumatoide, investigadores japoneses han identificado una proteína que podría ser un objetivo para terapias futuras.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que causa invalidez y que ataca primero el fluido que rodea las articulaciones, haciendo que se haga más espeso y que crezca de manera anormal, dañando las articulaciones y el cartílago circundante en lugar de protegerlos. Más de 2 millones de estadounidenses sufren de la enfermedad, según la Arthritis Foundation.
Al identificar una proteína que parece ser una de las responsables de la acumulación perjudicial de ese fluido, llamado fluido sinovial, el Dr. Yasushi Miura y sus colegas de la Facultad de medicina de la Universidad de Kobe esperan que se pueda desarrollar un nuevo medicamento dirigido para tratar la enfermedad.
"La proteína receptor señuelo 3 (DcR3, por su sigla en inglés) es uno de los factores patológicos de la AR y puede ser un nuevo objetivo terapéutico para el tratamiento", aseguró Miura, profesor asociado de la división de ciencias ortopédicas en la facultad de medicina.
Sus hallazgos aparecen en la edición de abril de Arthritis & Rheumatism, la revista del American College of Rheumatology.
La DcR3 es miembro de la gran "súper familia" de los receptores de factores de necrosis tumoral (RFNT), que en la última década se ha identificado como vital en la regulación del crecimiento y muerte celulares, procesos fundamentales en la biología, explicó el Dr. Robert Hoffman, director de la división de reumatología e inmunología de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, en Florida.
"Hemos sabido de la importancia del crecimiento y muerte celulares al estudiar el cáncer, pero más recientemente hemos encontrado que también son importantes en enfermedades autoinmunes como la AR y el lupus", apuntó.
Lo que provocó la investigación de Miura sobre la DcR3 y la artritis reumatoide fue la similitud entre el crecimiento de los tumores malignos y el crecimiento anormal del tejido sinovial, que se conoce como hiperplasia. Se sabe que la DcR3 se produce en las células tumorales, incluso en los cánceres de pulmón y colon.
Lo que Miura y sus colegas encontraron es que la DcR3 trabaja con otro miembro de la familia RFNT para ralentizar la muerte normal de las células del tejido sinovial, lo que resulta en la hiperplasia que causa parte de la información característica de la artritis reumatoide.
Hoffman afirmó que "ésta es una aplicación novedosa de la conexión entre este miembro específico de la súper familia de los RFNT y la AR, y estudios como éste son la vía por la que la ciencia avanza. Pero actualmente, sugerir que podría ser una terapia para la AR es una suposición muy grande".
Para el estudio, Miura y sus colegas aislaron y cultivaron células del fluido sinovial de 19 pacientes de artritis reumatoide, obtenidos durante una cirugía de reemplazo total de rodilla. Para comparación, también extrajeron células del tejido sinovial de la misma manera de 14 pacientes de osteoartritis.
Luego, los investigadores expusieron las células del tejido sinovial a otra proteína RFNT llamada Fas, que induce la muerte celular, lo que se conoce como apoptosis. Finalmente, las células fueron incubadas en un miembro proinflamatorio de la familia RFNT, llamado TNFa. La familia RFNT incluye tanto proteínas que inducen como que retrasan la muerte celular, explicó Miura.
Aunque el DcR3 estaba presente en la misma cantidad en las células del fluido sinovial de los pacientes de artritis reumatoide y de osteoartritis, cuando se introdujo el TNFa, la producción de DcR3 aumentó en las células del fluido de los pacientes de AR, haciendo más lenta la muerte celular inducida por el Fas. La tasa de muerte celular no cambió en el fluido de los pacientes de osteoartritis, tal vez, sugirió Miura, porque los niveles de TNFa eran más altos en el fluido de los pacientes de AR desde el principio.
Miura afirmó que los resultados muestran que la DcR3 actúa en conjunto con la TNFa para suprimir la muerte celular necesaria para que el fluido sinovial se mantenga sano, y las investigaciones dirigidas a reducir la cantidad de DcR3 en el fluido sinovial en los pacientes de artritis reumatoide podrían resultar productivas.
El Dr. Stephen Lindsey, director de reumatología en la Ochsner Clinic Foundation en Baton Rouge, Luisiana, señaló que "siempre estamos buscando más y mejores objetivos específicos para controlar la respuesta inmune, y este estudio es muy interesante".
Lindsey aseguró que hay medicamentos disponibles que inhiben esas proteínas que suprimen la muerte celular, pero debido a que son "globales" y no dirigidas a proteínas particulares, hay muchos efectos secundarios, que incluyen infección.
Más información
La Arthritis Foundation ofrece más información sobre la artritis reumatoide.

Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare
FUENTES: Yasushi Miura, M.D., Ph.D., Kobe University School of Medicine, Kobe, Japan; Stephen Lindsey, M.D., head of rheumatology, Ochsner Clinic Foundation, Baton Rouge, La.; Robert Hoffman, M.D., professor of medicine, microbiology and immunology, director of the division of rheumatology and immunology, University of Miami Miller School of Medicine, Florida; April 2007,Arthritis & Rheumatism © Derechos de autor 2007, ScoutNews, LLC

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