viernes, 11 de marzo de 2011

Científicos gallegos abren una vía para detectar una forma grave de la artritis

Científicos gallegos abren una vía para detectar una forma grave de la artritis
Su trabajo permitirá la identificación precoz del mal con un análisis de sangre
Un simple análisis de sangre bastará para la detección temprana de una de las formas más graves de artritis reumatoide. El procedimiento aún no está disponible para su aplicación en clínica, pero lo que lo hará posible es un trabajo desarrollado por científicos del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) que han identificado por primera vez un tipo de autoanticuerpos (anticuerpos que atacan a las células del enfermo en vez de protegerlo) que están asociados directamente con las lesiones articulares en los enfermos con artritis reumatoide. La investigación, que acaba de ser publicada en la revista científica Artritis and Rheumatism, la de mayor impacto en este ámbito de la medicina, abre la vía para que los reumatólogos, mediante la detección temprana de esta forma grave de la enfermedad, puedan ajustar los tratamientos y garantizar una mayor eficacia.
A día de hoy, las terapias se modulan en función de la gravedad del mal, pero si desde un principio el especialista conoce que se encuentra ante una de sus formas más graves podrá emplear un tratamiento más agresivo, lo que mejorará la calidad de vida del enfermo.
Esperar y ver
«Ahora lo que se hace es esperar y ver cómo evoluciona el paciente, pero si somos capaces de identificar la gravedad desde el principio mediante un análisis de sangre, podremos empezar antes con el tratamiento más adecuado», explica Antonio González Martinez-Pedrayo, el responsable del grupo de investigación de reumatología del IDIS que ha realizado el trabajo.
El estudio se realizó en más de 700 personas. De ellas, 451 son pacientes atendidos en el servicio de reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, dirigido por Juan Jesús Gómez Reino, y los 279 restantes son personas sanas que actuaron como grupo de control. Los investigadores encontraron en el 27% de los enfermos un tipo de autoanticuerpos, los anti-CEP, y confirmaron posteriormente que prácticamente todos los que los poseían, un 90%, acababan desarrollando erosiones óseas en la vecindad de las articulaciones.
Estas erosiones son pérdidas de hueso que se observan en las radiografías como pequeños bocados en la superficie del hueso y cuyo desarrollo a largo plazo tiene una enorme repercusión en los enfermos con artritis reumatoide. Es la forma más severa de la patología, que se traduce en una fuerte disminución en la calidad de vida para el paciente y en la pérdida de la capacidad funcional de las articulaciones.
La identificación de estos autoanticuerpos mediante una muestra de sangre es lo que permitirá una detección temprana de la forma más grave de la enfermedad y adelantar el tratamiento. «Para nosotros -apunta Antonio González- será una gran ventaja, pero aún habrá que esperar. Nuestro estudio es el primero en el que se demuestra esta asociación, lo que es un paso muy importante, pero aún serán necesarios otros estudios de confirmación y de seguimiento antes de que el análisis de sangre pueda aplicarse de forma rutinaria en la clínica». La puerta, en todo caso, está abierta en lo que supondrá un nuevo paso hacia la medicina personalizada. De hecho, la capacidad de diferenciar a pacientes con distintas necesidades terapéuticas es uno de los objetivos de la investigación médica en la actualidad.
Señales moleculares
El grupo de investigación del Clínico de Santiago continúa ahora buscando otros autoanticuerpos, así como otro tipo de señales moleculares que puedan contribuir a discriminar mejor a los subgrupos de pacientes con artritis reumatoide. De esta forma, se profundizará también en la medicina personalizada para ajustar mejor el tratamiento a los enfermos.
La cifra
400.000
Pacientes con artritis reumatoide en España. En Galicia, el número de afectados se sitúa en torno a 20.000.

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